Cuando no se cuenta con los servicios de un profesional que te gestione las redes sociales de tu empresa, es fácil caer en errores de principiante que pueden costarte la pérdida de seguidores, de credibilidad y, lo que es peor, de dinero. Estos errores suelen darse cuando creemos que la labor del Social Media Manager puede hacerla cualquiera sin haber recibido una mínima formación. Se dan en situaciones en las que encargamos gestionar las redes de nuestra empresa al becario “que sabe mucho de informática”, a mi sobrina “que tiene un blog de moda”, o al chico del departamento de marketing que “conoce muchas aplicaciones de móvil”. Gestionar las redes sociales de un negocio es algo complejo que requiere una formación. Estos son algunos de los errores que debes evitar a toda costa.

Todos tenemos nuestras ideas, nuestro carácter y nuestra forma de expresarnos. En la mayoría de ocasiones éstas no coinciden con el ideario de nuestra empresa, o no son adecuadas para captar a una gran masa de seguidores y potenciales clientes. Cuando gestiones las redes sociales de la empresa recuerda que no eres tú quien habla, es la empresa. Tu opinión y tu ideología no importan, importa el ideario y la imagen de marca de la empresa.

Un ejemplo sonado fue el del community manager de Ballantine’s, por sus descarados apoyos al Real Madrid, dicen que le costó el trabajo, aunque también dicen las malas lenguas que fue una arriesgada campaña para hacerla viral.

Cuando uno pone todos sus esfuerzos en un proyecto, resulta frustrante encontrarse con seguidores que cuestionan, insultan y ofenden nuestro trabajo o a nosotros mismos. Al ver un mensaje de estas características, el cuerpo te pedirá que respondas con dureza. No lo hagas. Ante todo mantén la calma, no entres en el juego de descalificaciones. Una vez tengas control sobre ti mismo, responde, pero hazlo de forma asertiva, educada y constructiva. Si el seguidor continúa con su tono ofensivo a pesar de tus amables explicaciones, simplemente ignóralo.

Salvo que tu empresa tenga una orientación muy marcada en temas religiosos o políticos y que el mercado al que te diriges sea muy específico en ese sentido, evita cualquier tipo de mención a la política y la religión. Son temas susceptibles de generar discusiones acaloradas. Recuerda: el seguidor potencial puede tener cualquier ideología y confesión. Lo que nos importa no son sus ideas, es su faceta como cliente potencial. No ganamos nada ofendiendo sus creencias.

Cuando un seguidor resulta ofensivo o molesto, resulta muy tentador la posibilidad de bloquearlo para dejar de recibir notificaciones suyas. Cuidado con caer en la tentación demasiado a menudo. Bloquea a aquellos que de forma evidente no tengan nada que aportar y sólo busquen la confrontación. Un seguidor que hoy se muestra molesto, mañana puede convertirse en cliente, y no lo hará si lo has bloqueado en tus redes sociales. Seguidor bloqueado es cliente perdido.

Los especialistas en marketing lo tienen muy claro: un cliente que no esté satisfecho hablará mal de la experiencia con tu empresa y te robará tres clientes potenciales. Lo mismo ocurre con las redes sociales. Una mala experiencia como seguidor, hará que se genere conversación negativa que dañará a tu imagen de marca y te hará perder clientes y dinero. Trata a cada seguidor no sólo como un posible cliente, sino como alguien que puede generarte muchos problemas de mala prensa si se siente insatisfecho.

El error más común de los principiantes. Cuando abres tu cuenta de Twitter o creas una página de Facebook sueñas con tener miles y miles de seguidores. Y sin duda es algo bueno. Pero éste no puede ser tu principal objetivo. Centrarse en tener miles de seguidores y no en la calidad de los mismos puede llevarte a errores muy graves y a perder un tiempo muy valioso. Recuerda: no quieres muchos seguidores, quieres seguidores que generen interacción y se conviertan en clientes.

Las redes sociales son un canal de doble dirección. No sirve de nada que te limites a publicar contenido o hagas publicidad de la empresa si no dedicas tiempo a escuchar a tus seguidores. Lo que ellos tengan que decirte es tan importante o más como lo que tú les dices a ellos. La conversación de calidad es la que genera confianza y anima al seguidor a interactuar. Si no respondes a las menciones, si no contestas a los mensajes… estarás desaprovechando el potencial de las redes sociales.

Si crees que una red social es simplemente un espacio en el que anunciar tus productos, estás muy equivocado. Nadie sigue a una cuenta de empresa simplemente por ver sus precios y ofertas. Todo seguidor busca algo más. Tienes que cuidar el contenido que ofreces, mimar la conversación con tus seguidores… y sólo después de haberte ganado su confianza y haberles ofrecido grandes dosis de contenido de calidad, hacer publicidad esporádica de tu producto.

Las redes sociales hoy en día están más que saturadas. Cualquier usuario recibe por minuto una gran cantidad de mensajes y estímulos, lo cual le insensibiliza y le lleva a ignorar lo mediocre. Si quieres llamar su atención, tienes que ser llamativo. No hay mejor manera de llamar la atención de tus seguidores que usando imágenes y vídeos atractivos. Recuerda: una estrategia basada sólo en el texto está condenada a tener poca visibilidad.

Un error derivado de seguir el anterior consejo de forma extrema. Como hemos dicho, lo visual es importante, pero no puedes basar una estrategia sólo en lo visual. Las palabras, el texto, son la esencia de la conversación en las redes. ¿Qué debo hacer entonces? Combina una buena calidad del contenido textual con imágenes impactantes para el seguidor. Esa es la clave.